UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO NORTE
INFLUENCIA
DE LA FAMILIA EN EL RENDIMIENTO
ACADÉMICO
DE LOS ADOLESCENTES
CHRISTIE MARLENE OSUNA SÁNCHEZ
PROFESOR
VÍCTOR MANUEL SANDOVAL CEJA
RESUMEN
Entre los factores que más se asocian con el
rendimiento académico, se encuentra la familia, que, en la actualidad, no cubre
plenamente el papel de socializar al niño, por lo que la escuela empieza a ser objeto de nuevas demandas.
El objetivo de este ensayo es analizar
la influencia que ejerce la familia en el rendimiento escolar, desde un modelo psicológico con el fin de contribuir
en la detección e intervención de problemas emocionales en los adolescentes.
Además, proponer una re-conceptualización
del rol docente, tomando como base un enfoque multidisciplinar de la educación,
convirtiendo al alumno en protagonista de su formación.
INTRODUCCIÓN
En
la actualidad, el estudio de factores asociados con el rendimiento académico es
uno de los temas más abordados por los investigadores de la educación y uno de
los más preocupantes pues se ha convertido en un aspecto determinante del
fracaso escolar.
Entre los factores que más se
asocian con el rendimiento escolar, se encuentra la familia, la cual puede ser
generador de salud, o causante de problemas emocionales, tales como la
depresión y la ideación suicida. Esta situación es alarmante, debido a que el
riesgo al que se enfrentan los adolescentes puede llegar a ser irreparable.
En nuestro país, los cambios de la
sociedad han impactado la forma de organización de las familias, las cuales han
tenido que adaptarse a nuevas circunstancias. Dentro de estos cambios se pueden
mencionar la incorporación de la mujer en el ámbito laboral, el aumento de la
esperanza de vida, así como el aumento de la tasa de divorcios.
Hoy en día, la familia no cubre
plenamente el papel de socializar al niño, por lo que la escuela no sólo no
puede efectuar su tarea específica, sino que empieza a ser objeto de nuevas
demandas, para las cuales no está preparada.
El objetivo de este ensayo es analizar
la influencia que ejerce la familia en el rendimiento escolar desde un modelo psicológico con el fin de contribuir
en la detección e intervención de problemas emocionales en los adolescentes.
Para
esto, se realizó un sondeo en una escuela secundaria pública de turno
vespertino, cuya población pertenece a la clase media baja, y que se encuentra
ubicada en uno de los sectores considerados como uno de los más conflictivos,
debido a la alta incidencia de problemas relacionados con la delincuencia.
De este modo, se
explican algunos conceptos de rendimiento académico y los factores asociados
con el bajo aprovechamiento. Asimismo, se aborda el tema de la familia, desde
su definición, la transformación que ha sufrido
y su impacto en el contexto educativo.
Por último, se propone una re-conceptualización
de la función del docente, tomando como base un enfoque multidisciplinar de la
educación, convirtiendo al alumno en el protagonista de su formación, con la finalidad de encontrar estrategias que
promuevan su crecimiento personal.
INFLUENCIA DE LA FAMILIA EN EL
RENDIMIENTO ACADÉMICO DE LOS
ADOLESCENTES
Hoy en día, el estudio de los
factores relacionados con el rendimiento académico, es uno de los temas más
abordados por los investigadores de la educación. Sin embargo, la mayoría
consideran únicamente factores psicopedagógicos, dejando de lado las variables
ambientales como la familia, y las variables individuales como la personalidad
y la etapa del desarrollo en la que se encuentra el sujeto.
Por diversas razones, los alumnos
pueden presentar bajo rendimiento escolar en algún momento de su vida escolar.
En ocasiones, la causa se encuentra en un ambiente familiar problemático, en un
conflicto personal del menor o en un desempeño deficiente del docente.
El rendimiento académico puede ser
considerado como el grado de eficiencia de un programa o instancia educativa
con relación a sus propósitos o metas definidas con anterioridad (Ampudia,
1994).
Asimismo, Pizarro (1985) lo concibe
como una medida de las capacidades respondientes o indicativas que manifiestan,
en forma estimativa, lo que una persona ha aprendido como consecuencia de un
proceso de instrucción o formación.
Se puede observar que las
definiciones anteriores, consideran al rendimiento académico como los
resultados de aprendizaje de los alumnos en relación con el proceso de
enseñanza-aprendizaje. No obstante, algunos autores señalan que el proceso
educativo no es el único responsable, sino que deben considerarse también la
influencia de otros factores de tipo psicológico, sociológico e institucional
(Tejedor y Caride, 1988; Canales, 1991;
Ampudia, 1998; Baum, 1998). Uno de los principales factores asociados es la
estructura familiar.
El concepto de familia varía
dependiendo de la disciplina que lo haga, la cultura y el momento histórico en
que se defina. Lira (1998), considera a la familia como el grupo social formado
por los miembros del hogar, emparentados entre sí por sangre, adopción o
matrimonio, incluyendo las uniones consensuales cuando son estables.
En nuestro país, los cambios
sociales han impactado en la forma en que se organizan las familias, las cuales
han tenido que adaptarse a nuevas circunstancias. Entre estos cambios se pueden
mencionar, el aumento de la esperanza de vida, el continuo descenso de la
fecundidad, el aumento en la incidencia de uniones libres, sobre todo en los
jóvenes y menor cantidad de matrimonios religiosos, la disolución de las
uniones por separación o por divorcio y, uno de los más impactantes, la
incorporación masiva de la mujer al ámbito laboral (Merino, 2006).
Guzmán (2007), señala que en la
actualidad existen diferentes tipos de estructura familiar, tales como hogares nucleares con madre, padres
e hijos; hogares monoparentales con un papá o una mamá como único responsable
familiar; familias compuestas, es decir, con hijos adoptivos; familias
reconstituidas donde el padre o la madre aportan hijos de anteriores
matrimonios; familias donde hay medios hermanos y hermanas; familias de varias
mujeres, abuela, madre e hija y familias extensas donde se apoyan y conviven
varias generaciones; así como muchas otras particularidades que asumen las
parejas al constituirse como familia.
Así pues, se puede decir que hoy en
día no existen familias tradicionales o familias modernas; simplemente son
diferentes formas y estilos de organizar la educación y socialización de los
hijos. Las semejanzas o diferencias tienen que ver principalmente con el manejo
que se hace del amor y de los límites.
De este modo, aunque se habla del
peligro de desintegración familiar y la pérdida de cohesión social, al parecer
lo que se está presentando es la transformación de la familia (Santrock, 2002).
A pesar de los cambios mencionados,
la familia sigue siendo el principal espacio para el desarrollo integral del
individuo. Es la primera institución
socializadora que transmite valores, normas y una cultura; enseña roles o
papeles sociales que hombres y mujeres deben desempeñar; modela las formas de
comunicación y en general, transmite principios humanos. En todas las culturas,
imprime a sus miembros un sentimiento de identidad (Guzmán, 2007).
Sin embargo, la familia hoy en día
no cubre plenamente el papel de socializar al niño, por lo que la escuela no
solo no puede efectuar su tarea específica, sino que empieza a ser objeto de nuevas
demandas, para las cuales no está preparada.
Antes de ponerse en contacto sus
maestros, muchos niños ya han experimentado la influencia educativa del entorno
familiar y de su entorno social, los que seguirán siendo determinantes, si no
es que decisivos, durante la mayor parte de su educación.
Con mayor frecuencia, los padres u
otros familiares a cargo del niño se sienten desanimados o desconcertados ante
la tarea de educarlo en el ámbito del hogar y lo abandonan a los maestros,
mostrando luego mayor irritación ante las fallas de éstos, sin dejar de
sentirse culpables por la obligación que eluden.
Al llegar a la adolescencia, los
jóvenes reaccionan de diferentes maneras. En ocasiones, ellos mismos desconocen
qué les sucede y no les resulta fácil poner nombre a sentimientos como el
enojo, la tristeza, el aburrimiento, el miedo y más aún, indagar qué
situaciones y pensamientos los han generado.
Minuchin (2004) señala, que es
probable que ante estas circunstancias se generen síntomas depresivos, de estrés
y ansiedad, que pueden asociarse a problemas más graves como la violencia,
adicciones y dificultades escolares.
En muchos casos, esta situación
puede orillar a los adolescentes a pensar en el suicidio (Monroy, 2007), lo
cual es alarmante y el riesgo al que se enfrentan los jóvenes ante su
problemática, como consecuencia de un estado emocional inestable puede llegar a
ser irreparable.
Así pues, la influencia de la familia
es trascendental; es el principal vínculo afectivo entre el niño y su medio ambiente,
por lo que puede ser un generador de salud o bien, causante de problemas
emocionales (Rutter, 1993), los cuales a su vez, impactan inevitablemente en su
rendimiento académico.
Las aportaciones anteriores muestran
que el estudio del rendimiento académico debe ser realizado considerando una
gran variedad de factores que se involucran directamente con la personalidad
del individuo y su contexto, pues el
enfocarse únicamente al aspecto educativo como los contenidos, los métodos de
enseñanza o los criterios de evaluación, no ha dado una explicación
suficientemente convincente al problema de bajo rendimiento.
Para dar sustento a este ensayo, se
realizó un sondeo en una secundaria pública de turno vespertino, cuyo nivel
socioeconómico puede considerarse como medio-bajo, de la ciudad de Mazatlán,
ubicada en uno de los sectores considerados como más conflictivos debido a su
alto índice de delincuencia, teniendo como propósito conocer las
características de una población que está presentando problemas académicos y ha
reportado experiencias familiares conflictivas que deben ser analizados,
tomando en cuenta no solamente el aspecto escolar, sino también las variables individuales
y contextuales que se relacionan con su situación educativa.
Este sondeo se llevó a cabo con un total de 85 alumnos,
divididos en 51 hombres y 34 mujeres, cuyas edades oscilan entre 13 y 16 años,
pertenecientes a los tres grados de educación secundaria y que han presentado
problemas en su rendimiento académico, comprendido entre 6.0 y 7.0 de promedio
bimestral. Se utilizó la entrevista como instrumento de recopilación de datos,
siendo su tema central la estructura y dinámica familiar en la que se
encuentran inmersos los jóvenes.
En
el Cuadro 1, se puede observar que respecto al estado civil, la mayoría de los
padres, equivalente al 54%, se
encuentran separados o divorciados, mientras que el 42% viven casados o en
unión libre.
Por
otro lado, se encontró que en cuanto al tipo de estructura familiar, el 29%
pertenecen a familias monoparentales, siendo en su mayoría la madre jefa de
familia; el 17% son familias reconstituidas que incluyen padrastro o madrastra
que en algunos casos aportan hijos de sus matrimonios anteriores; el 12% de los
alumnos viven en una familia extensa, en donde otros familiares (abuelos, tíos) que no son sus padres, se
encargan de su cuidado. Así pues, los datos muestran que solamente el 42% de
los jóvenes se desenvuelven en familias de tipo biparental, expresando algunos
que su padre o madre se ausenta temporalmente de casa por motivos laborales o
bien, que la dinámica familiar es conflictiva.
Cuadro 1. Jefe de
Familia, Situación de los Padres y Estructura Familiar
SITUACIÓN DE LOS PADRES
|
||
|
FRECUENCIA
|
PORCENTAJE
|
CASADOS/UNIÓN LIBRE
|
36
|
42%
|
DIVORCIADOS/SEPARADOS
|
46
|
54%
|
PADRE FINADO
|
3
|
4%
|
TIPO DE ESTRUCTURA FAMILIAR
|
||
|
FRECUENCIA
|
PORCENTAJE
|
BIPARENTAL
|
36
|
42%
|
MONOPARENTAL
|
25
|
29%
|
RECONSTITUIDA
|
14
|
17%
|
EXTENSA
|
10
|
12%
|
JEFE DE FAMILIA
|
||
|
FRECUENCIA
|
PORCENTAJE
|
PADRE
|
39
|
46%
|
MADRE
|
23
|
27%
|
ABUELO
|
7
|
8%
|
TÍO
|
3
|
4%
|
PADRASTRO
|
13
|
15%
|
Estos
resultados refuerzan las aportaciones de Santrock (2002), quien indica que un
mayor número de niños se cría dentro de familias divorciada familias
reconstituidas y familias en las que la madre trabaja fuera del hogar y que a
medida que el divorcio se vuelve epidémico, un alarmante número de niños crece
en familias con un solo padre.
Asimismo,
se puede decir que las situaciones familiares que experimentan los
adolescentes, están relacionados con la presencia de inestabilidad emocional,
que puede generar conflictos graves como las adicciones, la violencia y lo más
alarmante, considerando la etapa del desarrollo de los jóvenes, la ideación e
intento suicida. Esto coincide con Horroks (2001), quien señala que mientras el
adolescente esté en contacto con su familia, está muy influenciado por ésta, y
se convierte en un factor determinante en su “espacio psicológico personal”.
Es evidente que esta
alteración emocional impide que los alumnos se desarrollen normalmente en el
ámbito escolar y pueden reaccionar con problemas de conducta y/o académicos que
influyen inevitablemente en el desempeño escolar.
Después de analizar la situación
actual de la familia en nuestro país y su posible repercusión en el estado
emocional de los adolescentes, así como estudiar los posibles factores ambientales
que pueden relacionarse con el bajo rendimiento de una población de nivel
secundaria, se puede decir que
indiscutiblemente nos encontramos en un periodo de transición, por lo que todos
los elementos de la comunidad educativa es decir, docentes, alumnos y padres de
familia, nos enfrentamos al reto de responder a las nuevas demandas sociales.
Ante estos cambios, el modelo
educativo tradicional no ha logrado obtener el nivel de calidad en términos
cuantitativos ni cualitativos, a pesar de que se han elaborado reformas y
transformaciones. Además, los resultados de diferentes investigaciones muestran
que la práctica cotidiana en las aulas, lejos de generar aprendizajes
significativos, propician apatía y aburrimiento en los alumnos, es decir, falta
de motivación por aprender.
Por este motivo, es necesario que la
escuela como institución realice cambios en su organización, principalmente en
el actual cotidiano del profesor, tomando en cuenta su rol como agente
socializador.
Para esto, se propone una re conceptualización
del rol del docente, que durante años ha sido limitado en su capacidad
creativa. El sistema exige únicamente el
cumplimiento de su programa y el mantenimiento de la conducta, dejando de lado
otras variables como las características del entorno y de personalidad que presenta el estudiante de
hoy, por lo que su actividad se vuelve monótona y estereotipada.
Al modificar la función del docente,
se pretende que el maestro realice un diagnóstico con el cual pueda obtener
información real de sus alumnos, principalmente de la dinámica familiar en la
que se encuentran inmersos, con la finalidad de encontrar estrategias que
promuevan el crecimiento personal de éstos.
Asimismo, se sugiere un enfoque
multidisciplinar de la educación, en donde se pueda realizar un intercambio de
ideas y opiniones en el aula, el maestro aporte su experiencia y el alumno sus
deseos de superación, su entusiasmo y su capacidad para incorporar nuevos
conocimientos. Además, es necesario que
se establezcan los límites, haciendo hincapié en su claridad, su firmeza y
funcionalidad.
Para
lograr esto, es necesario convertir al alumno en protagonista de su formación,
estableciendo acuerdos con el profesor, quien deberá mostrar una actitud
empática, estabilidad emocional, dominio de su materia, ser auténtico y
creativo, tener amplio conocimiento de la situación de los educandos y,
principalmente, deberá ser capaz de transmitirle un sano sentido de la vida a
los jóvenes que cada día llegan a nuestras aulas con más carencias emocionales,
para que puedan reafirmar su identidad.
Así
pues, es importante mencionar que se necesita continuar con esta línea de
investigación referente a la influencia que ejerce hoy en día la familia en el
contexto escolar, pues la situación actual le exige al individuo que se adapte
a los cambios que están surgiendo en la sociedad, que de una u otra manera
afectan la dinámica familiar.
Este
hecho se relaciona con el rendimiento académico, debido a que es en la escuela
donde se está manifestando la inestabilidad emocional en la que se encuentran
los jóvenes y, además, porque considerando la función primordial que tiene toda
institución educativa que es, formar individuos capaces de integrarse a una
sociedad, es trascendental que se realicen investigaciones que puedan contribuir
en la detección e intervención temprana de los problemas emocionales, por lo que es necesario considerar al
rendimiento académico desde un modelo psicológico y no únicamente desde lo pedagógico.
CONCLUSIONES
Después
de analizar la información se puede mencionar que la familia ha sufrido
transformaciones en su estructura, debido a la gran cantidad de cambios
sociales que de una u otra manera la han impactado. Entre esos cambios se
pueden mencionar la incorporación de la mujer en el ámbito laboral y el aumento
en la tasa de divorcios.
A pesar de esto, la familia sigue
siendo el espacio principal para el desarrollo integral del individuo. No
obstante, hoy en día deja a la escuela la responsabilidad de formarlo, pues no
puede cubrir plenamente su función.
Por
otro lado, en el estudio se encontró que la mayor parte de los padres de los
alumnos de la muestra, son separados o
divorciados. Asimismo, se puede mencionar que los jóvenes que pertenecen a
hogares biparentales expresan ausencia paterna por cuestiones laborales y
conflictos en la dinámica.
En
cuanto a la estructura familiar, se pudo observar que la mayoría pertenece a
nuevas formas de organización, esto es, familias monoparentales, siendo la
madre la encargada de su cuidado; familias reconstituidas, que incluyen
padrastro o madrastra y en algunos casos hijos de anteriores matrimonios; y familias extensas, donde otros familiares
son los responsables.
Finalmente, se concluye que las
situaciones familiares a las que se enfrentan diariamente los adolescentes
pueden ser relacionados con alteraciones emocionales que impiden que los
jóvenes se desarrollen de manera normal en el ámbito escolar. Asimismo, el estrés que padecen puede originar
reacciones negativas como son problemas conductuales y/o académicos que afectan
su desempeño escolar.
Dentro de estas reacciones se puede
mencionar la conducta violenta, las autolesiones, el contacto con sustancias
adictivas y, la más alarmante, considerando la etapa del desarrollo en la que
se encuentran los jóvenes, es la ideación o intento suicida.
Es
por eso que se considera importante, que los investigadores de la educación
contemplen el estudio del rendimiento académico desde un modelo psicológico y
no únicamente desde el proceso de enseñanza-aprendizaje. La situación actual demanda
a las instituciones educativas, que se adapten a los cambios que están
surgiendo en su medio, recordando su función principal que es brindar una
educación de calidad que le permita al individuo integrarse de la mejor manera
a la sociedad.
BIBLIOGRAFÍA
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